jueves, 9 de junio de 2011

Las Hilanderas.

Este cuadro se trata de un gran cuadro realizado al óleo sobre lienzo pintado por Velázquez en 1657 para el montero del rey, Pedro de Arce, que en la actualidad se encuentra en el museo del Prado de Madrid, y su estilo es velazqueño.
Una de las obras más interesantes y enigmáticas del pintor sevillano, sobre todo en cuanto al tema, es La fábula de Aracné. Fue pintado casi con total seguridad en 1657 para D. Pedro de Arce, Montero del Rey, aunque en el siglo XVIII ya figura en las colecciones reales. En primer plano vemos cinco mujeres que preparan las lanas para la fabricación de tapices. Al fondo, detrás de ellas, aparecen otras cinco mujeres ricamente vestidas, sobre un fondo de tapices. Esta última escena sería la que da título al cuadro ya que recoge la fábula en la que la joven Aracné, al presumir de tejer como las diosas, es retada por Atenea a la confección de un tapiz. El jurado dictaminó un empate pero Atenea castigó a Aracné convirtiéndola en araña para que tejiera durante toda su vida. Con esta fábula, Velázquez quiere indicarnos que la pintura es un arte liberal, igual que el tejido de tapices, no una artesanía como la labor que realizan las mujeres en primer término. Poner el mensaje en un segundo plano es un juego típico del Barroco. También hay quien piensa que se trata de una escena del obrador de la Fábrica de Tapices de Santa Isabel que el pintor solía frecuentar a menudo. Pero esto no sirve para explicar la escena de segundo plano. Trate sobre lo que trate, estamos ante una de las mejores pinturas, en la que Velázquez ha sabido dar sensación de movimiento, como se aprecia en la rueca de la izquierda, cuyos radios no vemos, y en la figura de la derecha que devana la lana con tanta rapidez que parece que tiene seis dedos. También hay que destacar el efecto atmosférico, es decir, la sensación de que entre las figuras hay aire que distorsiona los contornos y hace que las figuras estén borrosas. La pincelada no puede ser más suelta, utilizando manchas como en el caso del gato o el rostro inacabado de la mujer del centro, que está a contraluz. La luz viene de la derecha, siendo admirable que con tan limitado colorido se obtenga esa excelente luminosidad. El artista consigue anticiparse al Impresionismo en 250 años. Los añadidos posteriores en los cuatro lados hacen la obra más grande pero no menos interesante.


La Venus del Espejo

El autor de este cuadro es Diego Velázquez, esta hecho a en el año 1648. Esta espuesto en el National Gallery de Londres. Sus caracteristicas con de 122 x 177 cm, y sus materiales es el óleo sobre lienzo. Su estilo es la única obra conservada de Velázquez en la que aparece una mujer desnuda, aunque sabemos que pintó alguna más. Por supuesto, nadie duda de su autenticidad, pero sí existen discusiones en torno a la fecha: unos piensan que la hizo en 1648 y otros que fue en Italia, entre 1648-1650. Lo que sí es cierto es que apareció en un inventario en 1651 como propiedad del Marqués de Eliche, gran amante de la pintura de Velázquez y de las mujeres, por lo que se piensa que puede representar a su esposa o a una de sus amantes. Tiene una sensación de que el artista ha sorprendido a Venus mientras Cupido, resignado, sostiene el espejo en el que se refleja el rostro de la belleza, aunque lo que deberíamos ver sería el cuerpo de la diosa. En cuanto a la técnica, cabe destacar cómo el pintor utiliza una pincelada suelta, que produce la sensación de que entre las figuras circula aire, el famoso aire velazqueño.


lunes, 6 de junio de 2011

Las Meninas de Velázquez.

La familia de Felipe IV, o Las MeninasRetrato de la infanta Margarita,hija de Felipe IV (1605-1665), rodeada de su servicio o “familia” en una sala del Alcázar de Madrid
El cuadro más famoso de Velázquez encierra una compleja composición construida a partir de una admirable habilidad para el uso de la perspectiva, de la plasmación de la luz y de la representación de la atmósfera.
Las interpretaciones sobre el tema y la plasmación del mismo han sido múltiples. Las más numerosas subrayan la reivindicación de la nobleza de la pintura frente a las prácticas artesanales. Velázquez se autorretrata pintando el propio cuadro a la izquierda del lienzo, afirmando así la supremacía del arte de la pintura. La infanta Margarita (1651-1673), vestida de blanco, aparece rodeada en el centro de la composición por sus damas de compañía, las “meninas” María Agustina de Sarmiento e Isabel de Velasco, dos bufones de la corte, María Bárbola y Nicolasito Pertusato, y un perro mastín. Detrás de ella, aparecen conversando un guardadamas, la dueña Marcela de Ulloa, y, en la puerta, al aposentador José Nieto. 
Los reyes, Felipe IV y Mariana de Austria (1634-1696), se reflejan en el espejo del fondo, dando lugar 
a un juego espacial de extraordinaria complejidad.

Monarquia Feudal, Absoluta y Autoritaria.

MONARQUIA FEUDAL:

Monarquías feudales son las monarquías que se desarrollaron en el periodo de la Plena Edad Media en la Europa Occidental, caracterizadas por la imposición de monarquías hereditarias patrimonializadas en fuertes dinastías en el espacio de los reinos que surgen frente a los poderes universales y como cúspide de las relaciones de vasallaje propias del feudalismo. Su localización en el tiempo se sitúa entre el siglo XI y el siglo XIII.






MONARQUIA ABSOLUTA:


La monarquía absoluta se desarrolla históricamente en la Europa Occidental a partir de las monarquías autoritarias que surgen al final de la Edad Media con la crisis de las monarquías feudales y el predominio que adquiere el rey en relación a todos los estamentos.





MONARQUIA AUTORITARIA:

La monarquía autoritaria es una forma de gobierno que concentra poderes y territorios, y se basa fundamentalmente en la burocracia, en un sistema de impuestos, en la diplomacia, un ejército único y un sistema económico centralizado. Esta monarquía era gobernada por un rey, de nobleza alta y hereditaria, tenía bajo su poder a vasallos y a campesinos, éstos últimos tenían que pagar obligatoriamente impuestos. También puede ocurrir que el monarca pudiera estar controlado por los nobles poderosos y por el clero, ya que les debía muchos favores tanto económicos como políticos.



Palacio de Versalles.


El Palacio de Versalles es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados. El palacio está ubicado en el municipio de Versalles, en Francia. Su construcción fue ordenada por Luis XIV. Luis XIV dejó París y decidió construir Versalles como una pequeña ciudad alejada de los problemas. Tendría varias etapas constructivas, marcadas por las amantes de Luis XIV. El jardín de Versalles es clasicista, ordenado, racionalizado. Con el paisajismo se obliga a la circulación. Crea una organización que relaciona todas las esculturas y fuentes y ensalza la monarquía. Las esculturas se señalan unas a otras. Progresiva civilización del jardín: muy ordenado, podado y cuidado en la zona próxima al palacio, y después se va asilvestrando, es decir que se hace más silvestre a medida que nos alejamos del palacio. El conjunto del palacio y parque de Versalles, incluyendo el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Archivo:Versailles Tapis vert (1).jpg

  • En la primera etapa (1661-1668): Son fachadas de ladrillo y une la cubierta usando también pizarra y las mansardas.
  • En la segunda etapa (1668-1678): La fachada que da al jardín está construida siguiendo el modelo italiano. Un primer piso de sillares almohadillados. Un piso noble de doble altura con crujías retranqueadas, jugando con entrantes y salientes y alternando columnas y pilastras. Por último, un tercer piso que sería el ático, rematado por una serie de figuras escultóricas, que casi no dejan ver la caída de la cubierta, la cual no es muy inclinada. Llegaron a vivir en él hasta 20.000 personas.
  • En la tercera y última etapa (1678-1692): Se construyó la capilla real. Dicha capilla, sería posteriormente copiada en el Palacio Real de Madrid, España. Situada en el Norte del Palacio, fue construida en dos alturas, estando situada en la altura superior la Tribuna Real, desde donde el Rey y su familia atendían a la Misa.


La Paz de Westfalia.

El Tratado de Westfalia o El Tratado de Münster significó uno de los puntos más importantes dentro de la Historia Europea y Mundial. Ahí, al Este del Sacro Imperio Germánico, se firmó por primera vez un Tratado multilateral moderno. Por primera vez en la Historia europea, se habló de Estados-Naciones, de libertad de prédica religiosa y de limites internacionales. Ganadores salieron Francia, que durante la Guerra de los 30 años, jugó a 2 bandos; Suecia,que intervino en Alemania y logrando consolidarse como potencia, al menos durante el reinado de Gustavo Adolfo; Las Provicias Unidas, ahora llamadas Holanda, que tras años de rebelión, fueron reconocidas como independientes. Los Estados Papales perdieron la mayor parte de su poder, al ser el Calvinismo y el Luteranismo reconocidas como religiones oficiales. España siguió con su lentísima decadencia y Austria arrastró las derrotas de la Liga Católica. Por primera vez, la noción de Patria y Religión estaban separados en Europa; Desde ahí nació el Nationalismo como idea no sólo romántica, pero también como elemento fortificador en un país. Ahí fue, como Europa se transformó.




Luis XIV de Francia


Luis XIV de Francia, llamado "El Rey Sol", fue rey de 
Francia y de Navarra desde el 14 de mayo de1643 hasta su muerte, con casi 77 años de edad y más de 72 de reinado. También fue copríncipe de Andorra desde 1643-1715 y conde rival de Barcelona durante la sublevación catalana,1643-52 como Luis II.
El que fuera elevado a la altura de un dios por encima de la nobleza, como dueño y señor de la persona y propiedades de diecinueve millones de franceses, nació el 5 de septiembre de 1638 en Saint-Germain-en-Laye, junto a París. Su padre, Luis XIII, y su madre, Ana de Austria, interpretaron como una señal de buen augurio que su hijo naciese ya con dos dientes, lo que quizás presagiaba el poder del futuro rey para hacer presa en sus vecinos una vez ceñida la corona. Muerto su progenitor en 1643, cuando el Delfín contaba cuatro años y ocho meses, Ana de Austria se dispuso a ejercer la regencia y confió el gobierno del Estado y la educación del niño al cardenal Mazarino, sucesor en el favor real de otro excelente valido: el habilísimo cardenal Richelieu. Así pues, fue Mazarino quien inculcó al heredero el sentido de la realeza y le enseñó que debía aprender a servirse de los hombres para que éstos no se sirvieran de él. No hay duda de que Luis respondió de modo positivo a tales lecciones, pues Mazarino escribió: Hay en él cualidades suficientes para formar varios grandes reyes y un gran hombre.






Guerra de los Treinta años .

La guerra de los Treinta Años, ocurrió en la epoca de Relac intern, se inició en el año 1500 y terminó en el año 1660.
Especialmente delicada era la situación en el Imperio, donde, además de los problemas internos, debido a su situación geográfica confluían los intereses del resto de Europa. Así, la guerra de los Treinta Años se entrecruzará con la guerra de los Ochenta Años entre los Países Bajos y España; la rivalidad entre ésta y Francia, que no terminará hasta 1659; la guerra de independencia portuguesa, clausurada en 1668; la inestabilidad endémica de la frontera danubiana; el permanente problema báltico, salpicado de conflictos recurrentes. De ahí la facilidad con que el conflicto abierto en 1618 pasará de guerra imperial a guerra europea, que no terminará hasta 1660.

jueves, 2 de junio de 2011

El príncipe Baltasar Carlos a caballo.

El retrato de El príncipe Baltasar Carlos a caballo fue pintado por Diego Velázquez en 1635 y se conserva en el Museo del Prado.Velázquez tenía que pintar una serie de retratos ecuestres que se destinarían al Salón de Reinos del palacio del Buen Retiro de Madrid. De los cinco retratos ecuestres únicamente éste y el de su padre Felipe IV son obras de Velázquez. El príncipe, de seis años, está en un lugar elevado, lo que produce una evidente deformación en el animal. El príncipe y el caballo fueron pintados antes que el paisaje, de modo que presenta una sensación de profundidad que produce bandas iluminadas y en sombra. El paisaje del fondo es clásico en Velázquez, sobre todo el cielo, que se ha dado en llamar cielo velazqueño. Esta pintura ofrece una mucho brillo, cosa que no había utilizado anteriormente Velázquez.  

Archivo:Principe baltasar carlos caballo Velazquez lou.jpg.jpg

El retrato del Conde de Olivares de Velázque.

El cuadro del retrato del Conde-Duque de Olivares es una pintura Velázquez, hecha más o menos en el año 1638. Este cuadro está espuesto en el Museo del Prado desde el año 1819 .
Se desconoce la fecha exacta del encargo, aunque se cree que sería alrededor de 1638 ya que fue cuando se pagó a los guerreros para que evitaran la expansión de los franceses por eso aparece fuego y aspecto de batalla por el y el Conde está representado con aspecto de lucha. Nos presenta sobre un precioso caballo, en una postura totalmente de escorzo y colocado de medio perfil. Velázquez se preocupa por mostrar al espectador la personalidad. Como todo el control lo tenía el válido por eso se le retrata en el caballo, símbolo de privilegio. 



La fragua de Vulcano , Velázquez.

La fragua de Vulcano esta hecha por Velázquez en 1630, este cuadro esta espuesto en el Museo del Padro, su material es oleo sobre lienzo. Pintado por Velázquez hacia 1630 en su primer viaje a Italia, fue posteriormente comprado por Felipe IV en 1634. El tema elegido está inspirado en las Metamorfosis de Ovidio: Apolo se acerca a la fragua de Vulcano para contarle la infidelidad de su esposa, Venus, con Marte. Al escuchar la noticia toda la fragua se queda petrificada: esta sensación la ha conseguido perfectamente el artista. Velázquez se ha puesto en contacto con el arte italiano, como se observa en las anatomías de los ayudantes de Vulcano, situados en diferentes posturas para demostrar el dominio de las figuras. También se advierte el interés mostrado por conseguir el efecto espacial, recurriendo a disponer figuras en diferentes planos, ocupando todo el espacio, relacionándose a través de líneas en zig-zag. La luz también ha experimentado un sensible cambio al modelar con ella las formas de los cuerpos que revelan la estructura de los huesos y músculos bajo la piel. Se advierte que estamos, sin duda, ante una nueva fase del arte velazqueño.

La Fragua de Vulcano

Los Borrachos de Velázquez.



El Triunfo de Baco

Felipe IV de Velázquez


La figura del rey está representada de perfil en este caso. El monarca viste una media armadura de acero pavonado, con adornos y puntas de oro, greguescos noguerados, botas de ante, banda de color carmín con las puntas flotando al viento; en su mano derecha porta la bengala de general y con la izquierda sujeta las riendas del corcel. La actitud del jinete es natural y apuesta, con gran prestancia, sentado en una silla de montar con rica guarnición, al estilo de la monta española, en una postura de nobleza
El caballo es un trotón castaño, cuadralbo, con largas crines y cola. Los caballos que pinta Velázquez en estos cuadros de retratos son una mezcla del caballo frisón, fogoso y con brío y el caballo resistente y con pesadez de formas. Como en el retrato del príncipe Baltasar Carlos, le presenta aquí en corveta. Los animales favoritos de Velázquez eran el perro y el caballo, con los que estaba bastante familiarizado por su asistencia a las monterías del rey.

Archivo:Diego Velázquez 053.jpg

La vieja friendo huevos , de Velázquez.

La vieja friendo huevos es de Diego Velázquez, es una pintura barroca española de 1618. 
 - Se trata de un género bodegón con figuras de cocina muy usual en España del siglo XVII y característico de la etapa de sevillana del pintor.
 - El tema del cuadro es que aparece una vieja en el momento de freir unos huevos en una cazuela de barro sobre un anafe, que revuelve el aceitre con una cuchara  de madera a la vez que casca otro huevo. Levanta la mirada, con expresión de ciega, hacia un muchacho situado a la izquierda, que lleva un frasco de vino y un melón. 
 - En el estilo del cuadro  podemos ver  todas las características del Barroco: composición con predominio de líneas diagonales y curvas, colorido variado, con un color predominante para dar unidad al cuadro, contrastes de luces y sombras; poca importancia de la línea; naturalismo y gusto por los detalles; falta de claridad y confusión en el significado...




miércoles, 1 de junio de 2011

Velázquez.

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor barroco español, nació en Sevilla en 1599. A los once años inicia su aprendizaje en el taller de Francisco Pacheco donde permanecerá hasta 1617, cuando ya es pintor independiente. Al año siguiente, con 19 años, se casa con Juana Pacheco, hija de su maestro, hecho habitual en aquella época, con quien tendrá dos hijas. Entre 1617 y 1623 se desarrolla la etapa sevillana, caracterizada por el estilotenebrista, influenciado por Caravaggio, destacando como obras El Aguador de Sevilla o La Adoración de los Magos. Durante estos primeros años obtiene bastante éxito con su pintura, lo que le permite adquirir dos casas destinadas a alquiler. En 1623 se traslada a Madrid donde obtiene el título de Pintor del Rey Felipe IV, gran amante de la pintura. A partir de ese momento, empieza su ascenso en la Corte española, realizando interesantes retratos del rey y su famoso cuadro Los Borrachos. Tras ponerse en contacto con Peter Paul Rubens, durante la estancia de éste en Madrid, en 1629 viaja a Italia, donde realizará su segundo aprendizaje al estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto,Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. En Italia pinta La Fragua de Vulcano y La Túnica de José, regresando a Madrid dos años después. La década de 1630 es de gran importancia para el pintor, que recibe interesantes encargos para el Palacio del Buen Retiro como Las Lanzas o los retratos ecuestres, y para la Torre de la Parada, como los retratos de caza. Su pintura se hace más colorista destacando sus excelentes retratos, el de Martínez Montañés o La Dama del Abanico, obras mitológicas como La Venus del Espejo o escenas religiosas como el Cristo Crucificado. Paralelamente a la carrera de pintor, Velázquez desarrollará una importante labor como cortesano, obteniendo varios cargos: Ayudante de Cámara y Aposentador Mayor de Palacio. Esta carrera cortesana le restará tiempo a su faceta de pintor, lo que motiva que su producción artística sea, desgraciadamente, más limitada. En 1649 hace su segundo viaje a Italia, donde demuestra sus excelentes cualidades pictóricas, triunfando ante el papa Inocencio X, al que hace un excelente retrato, y toda la Corte romana. Regresa en 1651 a Madrid con obras de arte compradas para Felipe IV. Estos últimos años de la vida del pintor estarán marcados por su obsesión de conseguir el hábito de la Orden de Santiago, que suponía el ennoblecimiento de su familia, por lo que pinta muy poco, destacando Las Hilanderas y Las Meninas. La famosa cruz que exhibe en este cuadro la obtendrá en 1659. Tras participar en la organización de la entrega de la infanta María Teresa de Austria al rey Luis XIV de Francia para que se unieran en matrimonio, Velázquez muere en Madrid el 6 de agosto de 1660, a 
los 61 años


martes, 31 de mayo de 2011

Cristo Crucificado de Zurbaran.

Cristo en la Cruz es un cuadro de Francisco de Zurbarán realizado en 1627. Fue una obra tan admirada por sus contemporáneos que el Consejo Municipal de Sevilla le propuso que se instalara en dicha ciudad en 1629.
En este cuadro la impresión de relieve es sorprendente: Cristo está clavado en una burda cruz de madera. El lienzo blanco, luminoso, que le ciñe la cintura, con su hábil drapeado ya de estilo barroco.

Pintado para la capilla oratorio de la sacristía del convento dominico de San Pablo en Sevilla, este Cristo es una de las primeras obras fechadas con precisión el conservamos de Zurbarán. Su admirable tratamiento de la luz y el volumen fueron muy apreciados en su tiempo, y Palomino, que lo celebra muy especialmente, dice que lo muestran cerrada la capilla (que tiene poca luz) y todos los que lo ven y no lo saben creen ser de escultura.
Es evidente que el pintor, al afrontar esta imagen, tuvo muy presentes las novedades del estilo caravaggiesco que eran ya conocidas y muy apreciadas en el ambiente sevillano desde algunos años antes. La intensidad de la luz dirigida, que incide violentamente desde la derecha, subraya los volúmenes con precisión y presta una intensísima verdad al cuerpo desnudo y al abultado año de pureza que se ciñe a la cintura en pliegues quebrados minuciosamente descritos.
Los pies, fuertes y ásperos, se fijan al supedáneo con unos gruesos clavos, y se presentan, juntos y paralelos, tal como recomendaba Francisco Pacheco y celebraba Francisco de Rioja, que veían en ello el retorno al o antiguo, frente a preferencia de otros con los pies superpuestos con un solo clavo con sobre el hombro derecho, en gesto patético de entrega a la muerte, alcanza un punto de sereno abandono, que contrasta con la expresión dolorosa y clamante de otras interpretaciones posteriores del crucificado del propio Zurbarán, el estado vivo.
En el Cristo de San Pablo el pintor ha conseguido una de las imágenes más fuertes y a la vez más serenas de toda su carrera, dañando a la vez su maestría en el tratamiento del claroscuro tenebrista que fue, en su tiempo la característica más elogiada de su producción.
Desaparece de la sacristía en 1810, durante la guerra de la Independencia, vuelve a aparecer en 1880 en manos de los Jesuitas de Canterbury y en 1951 en el Colegio de Jersey, pasa a propiedad privada en 1952 y en 1954 ingresa en el Art Institute de Chicago.